La versatilidad de un artista se mide en la destreza y adaptación de temas y formatos. José Santos, aunque cuenta con una formación clásica en pintura, grabado y cerámica, ha logrado tener un estilo propio en cada una de estas técnicas, algo que no todos logran desarrollar.
«La teoría de la cerámica es mundial. Viene de la tierra… tiene muchos conceptos súper fuertes. En sí, la cerámica tiene un peso por sí sola. Yo no había experimentado nada con la técnica japonesa que se llama Raku. Encontré un taller en puebla que me aceptó para experimentar».
Le preguntamos precisamente este tipo de piezas porque nos parecen muy peculiares; con texturas que parecen brutas, puras, como sacadas de una cueva, pero al mismo tiempo, estilizadas y pensadas de algún modo:
«Tú sabes la fórmula… pero en realidad a veces quieres romper esa fórmula, quieres ponerle más, quieres quitarle, quieres mezclarla. Eso para mí es súper interesante; ver si algo nuevo sale.
Son mis primeros trabajos con Raku. No todos son iguales, unos tienen más, otros menos«.
Queríamos saber más de este nuevo proceso que Santos encontró, así que lo dejamos continuar:
«Hay muchos desastres. Cuando experimentas, poquito más del 50% es basura… de producto, pero en conocimiento aprendes mucho. Si tratara de hacer, digamos, una serie de 15 iguales, no me van a salir… Y eso es bonito; dejar ese momento en el que fluiste completamente y no tomar una base, una repetición… ¡Qué aburrido!».
La cerámica, a diferencia de la pintura o escultura, cumple una función utilitaria, es decir, sirve. Cuando hablamos de arte, es frecuente que la cerámica pierda esta característica, pues automáticamente la vemos como intocable, como un miedo a romper una pequeña obra de arte nos invadiera…
«Yo quiero que vean mi cerámica como un objeto de interés. Que no piensen que es un jarrón… Métanle vino, métanle mezcal, métanle una flor… me gustaría que si lo quieren utilizar para algo, ¡Perfecto!, cada quién. Para mí es un objeto universal. Que la vivan, que disfruten la pieza«.
Santos dejó ver que para él, su arte está vivo y le encantaría que lo mantuvieran respirando aquellos afortunados que lo tengan. Por último, quisimos saber qué piensa José de su propia obra, las diferencias entre sus técnicas y los porqués que siempre resultan interesantes de voz de los autores:
«La diferencia entre mi pintura y mi cerámica es la técnica y los materiales. Yo respeto mucho cuando estoy haciendo una pintura, me meto completamente, puedo usar los colores que yo quiera, hay mucha variedad y muchos elementos.
En la cerámica no, porque quiero que parezca cerámica, que parezca barro, el barro es sagrado… esa es la diferencia».
Queremos saber qué opinan las obras de José Santos. Mándenos sus preguntas y comentarios sobre la obra de este sensible artista mexicano.
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