Después de la personalidad imponente, de mujer líder, lo siguiente que notas al charlar con la artista Ivonne Kennedy es su experiencia. Y es que cómo no sería así, si inició su camino estético a los 16 años.
«Dirían por ahí: ‘Es que me levanté temprano». Me ha dado tiempo de hacer tanta cosa. Es verdad, empecé muy jovencita. A los 16 años ya estaba súper metida… a los 18 estaba teniendo mi primera exposición y ahora son 30 años después… bueno, he tenido tiempo de meterme en un sólo tema por más de 20 años, me ha dado tiempo de aburrirme, de salirme, de entrar en otra técnica… la vida es en verdad muy generosa, me ha ido dando poco a poco el tiempo».
Y ha aprovechado tan bien este tiempo que no sólo ha probado muchos formatos, muchos temas, sino también los ha mezclado, ha jugado con ellos y ha creado piezas totalmente únicas y hermosas.
Es el caso de la obra El Alquimista, un formato mixto que mezcla la cerámica y la madera en una presentación cósmica… parece algún mensaje de alguna cultura mitológica que habitó el planeta hace milenios.
«Estuve muy enamorada de este proyecto. Duró un año y salió una muy buena producción. Esta pieza en particular, ‘El Alquimista’, es el equivalente a un collage 3D, porque cada mosaico tiene su volumen. El rostro no es mío, es de otro artista.
Las bolitas azules (alrededor del rostro) son realmente como accidentes que sucedían en el horno. Yo soy muy lúdica, me gusta la experimentación. Entonces, yo metía vidrios y cantidad de cosas al horno a ver qué pasaba… entonces estas gotas se hicieron mezclándose el vidrio que accidentalmente tocaba la arena del horno. Me gustó tanto el efecto que las guardaba y aquí las utilicé».
Este diagrama al centro de la pieza sí es un elemento alquimista, relacionado a los cuatro elementos de la naturaleza; los rumbos del cosmos; el arriba y el abajo. Sin embargo, Ivonne nunca perdió de vista la estética que quería lograr:
«Los mosaicos que rodean a esta pieza son las pruebas de alquimista. Si tú te acercas, estos mosaicos tienen unos nombres en las orillas de esas pruebas que estás haciendo… Todo es un juego, todo tiene simbolismo… al final tenemos todo un collage en cuestiones de conceptos alquímicos como visuales».
Nosotros en Sin Galería, creemos que esta pieza en especial podría tener su lugar perfecto dentro de alguna pirámide egipcia o Maya, en algún templo griego usado por los Oráculos… pero Ivonne la ve en otros sitios igual de interesantes:
«Esta obra está muy felizmente ubicada en el centro de Oaxaca, en el centro histórico… está arriba de una puerta junto a una escalera. Realmente muy poca gente la puede ver. Es muy especial, un poco secreto, pero está ahí.
Es más, ya una vez probamos en quitarla y la extrañas, o sea no la ves nunca, pero si no la ves dices: ‘¿Dónde está?..
Pienso que es una obra mística. No tiene que estar en un lugar relevante o preponderante. Yo creo que cada quien debe de vibrar sus lugares, ver qué necesita cada espacio… Eso es lo bello del arte, cada obra llega a tener un lenguaje a cada hora del día, dependiendo el espacio, dependiendo qué las rodea, quién la ve… las obras están más vivas que tú y yo».
Vaya frase para terminar esta segunda entrega de la charla que mantuvo Sin Galería con esta carismática creativa… concordamos en lo absoluto y nos recordó mucho a aquel cuento de J.L Borges El Aleph. Y a ustedes ¿qué les provoca esta obra?
La próxima semana publicaremos las dos últimas partes de esta entrevista. Mientras tanto, adquiere antes que nadie El Alquimista de Ivonne Kennedy AQUÍ. ¡Recuerda que son piezas únicas y certificadas!
